Cualquier esfuerzo por. Aunque las probabilidades de ganar son pocas, la industria del juego anuncia premios millonarios. a. La. En conclusión, jugar o apostar no es un pecado en sí mismo. ¿Deberían los cristianos ir a los casinos, jugar a la. Cuando un jugador está resuelto a ganar, en realidad espera que los demás pierdan su dinero para quedarse con él. Aunque el pecado produjo un cambio en la naturaleza del trabajo (Génesis , 19), la responsabilidad de trabajar nunca se anuló. España es el país del mundo que más gasta en juegos de azar, por persona, después de Filipinas. La Biblia no condena específicamente el juego de azar, las apuestas o la lotería. Sin embargo, la Biblia nos advierte que nos alejemos del amor al dinero (1. . La Biblia no menciona que el juego de azar sea un pecado real. ¿Es el juego un pecado? Un pecado es cualquier cosa que daña o dificulta nuestra relación con Cristo. De. Aunque las probabilidades de ganar son pocas, la industria del juego anuncia premios millonarios. Aunque la Biblia no habla en detalle de los juegos de azar, sus principios nos ayudan a entender que para Dios son un pecado (Efesios ). . Cuál es la postura de la Iglesia sobre los juegos de azar o apuestas? La Iglesia Católica cree que el juego es un pecado: fomenta el desperdicio de dinero, la adicción y el engaño. Lo que se gasta en juegos de azar en un año es una atrocidad. Jim Newheiser. La Biblia también nos advierte que no veamos. El sueño de ser ricos.